Te intuyo en el aire, cargado en las ráfagas de viento que me embisten, y en el reflejo que devuelven los cristales y los espejos. ¿Eres tú o soy yo?Latiendo uno en el otro, habitantes de distancias sin kilómetros, casi confundo mi ser con el tuyo.¿Sabes? Es inútil la lejanía: canjeamos esencias, saliva y humores.¿Quién es quién? Me pregunto mientras desgrano ayeres sobre una carta sin remitente, destinada a alguien que anda por ahí.
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